Situado en plena naturaleza y equipado con una amplia gama de servicios, un camping presenta numerosos desafíos de gestión. Para mejorar la experiencia de los huéspedes y beneficiar al propio camping, un importante camping del sur de Francia ha introducido la tecnología RFID.

¿Como se ha utilizado?

En colaboración con el cliente final, se diseñó un Tag NFC Mini-Card personalizada para proporcionar el máximo confort a los huéspedes del camping durante su estancia. El formato elegido es una tarjeta de PVC duradera que mide 27 x 55 mm, con agujeros para sujetar una correa, lo que permite utilizarla también como pulsera.

Al llegar, cada huésped recibe una etiqueta personal, que está asociada de manera única con su perfil en el sistema de gestión del camping y configurada con acceso a servicios según el paquete de vacaciones seleccionado.

Las principales ventajas de utilizar este transpondedor RFID son el control de acceso y los pagos digitales.

El sistema permite a los titulares de Mini-Cards acceder a zonas específicas del camping, como piscinas o áreas de juego, así como activar duchas o bombonas de gas en parcelas o cabañas. Para ello, basta con acercar la tarjeta al lector en las estaciones designadas. Además, las puertas de los aparcamientos se han automatizado con un sistema RFID que sólo permite su apertura a las etiquetas configuradas para este servicio.

En cuanto a los pagos, los huéspedes tienen la opción de gestionar las transacciones dentro de las instalaciones del camping directamente utilizando la Mini-Tarjeta de forma sencilla y segura. A través de una aplicación, es posible cargar una cantidad monetaria en la tarjeta RFID, que entonces funciona como una verdadera tarjeta de crédito, permitiendo a los veraneantes dejar la cartera en la caja fuerte.

Con la introducción de esta Tag RFID, el camping ha podido ofrecer a los huéspedes las comodidades necesarias para disfrutar plenamente de su estancia, mientras que la dirección del camping ha afrontado eficazmente los retos de las operaciones.