Tecnología RFID

La tecnología RFID se utiliza para identificar objetos, animales o personas mediante la identificación por radiofrecuencia a través de un transpondedor (o etiqueta). Además de la mencionada etiqueta, el sistema consta de un dispositivo con una antena (controlador o lector) que suele estar conectado al sistema central (PC, servidor o sistema en la nube).

La etiqueta transpondedor puede ser pasiva, es decir, sin batería, o activa, es decir, con una batería integrada.

El tag pasivo está dotado de un condensador que una vez cargado por el campo electromagnético generado por el controlador, permite dar energía a la antena del tag que propagará la señal con la información presente en el chip del mismo.

En el caso de los transpondedores activos, la batería soporta la propagación de la señal y permite alcanzar mayores distancias de lectura. Por lo general, las etiquetas RFID activas tienen protocolos propios y no están estandarizados. Debido a los altos costes y a la falta de flexibilidad de las etiquetas RFID activas, no se tratan aquí y no se proponen. La elección de la etiqueta Global fue, en cambio, utilizar la tecnología BLE (de la que hablamos aquí), que gracias a la estandarización es compatible con los dispositivos Bluetooth 4.0+ y está disponible en todo el mundo.

La tecnología RFID pasiva se divide en tres frecuencias: LF 125Khz, HF 13,56Mhz y UHF (860-960MHz). Cada frecuencia tiene sus propias peculiaridades. La capacidad de elegir la frecuencia correcta es fundamental para el éxito del proyecto; del mismo modo, es fundamental elegir la etiqueta transpondedor correcta, capaz de ser detectada a las distancias requeridas, de soportar la tensión mecánica y de tener el tamaño y la forma adecuados. Por ello, es importante poder ofrecer la tecnología RFID a 360°. Con este objetivo, hemos creado una amplia cartera de productos que cubre todas las frecuencias y todos los chips. A continuación se presenta una lista de fichas con sus principales funciones.